Y los ligures cortos de cabellos,
Que un tiempo alimentaron esparcidos
En trenzas de oro por los blancos cuellos,
A la comata Francia preferidos;
Libertad gozan e impensada aquellos
Que a los dioses dedican ofendidos
Marte, Mercurio y Jove sangre humana,
Como el Tauro en sus aras a Diana.
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Re∫ta que en lo que à la ver∫ón toca demos razon de algunas co∫as, an∫i para que la igle∫ia del Señor con∫te de nuestra razon en todo lo que conviene, como para que el pio lector, entendido nuestro intento, se pueda mejor aprovechar de nuestras diligencias. Primeramente declaramos no haver ∫seguido en esta Tra∫lacion en todo y por todo la vieja Tra∫lacion Latina, que està en el comun u∫o: porque aunque ∫u autoridad por la antigua ∫ea grande, ni lo uno ni lo otro le e∫cu∫san los muchos yerros que tiene, apartandose del todo innumerables vezes de la verdad del texto Hebraico: otros añadiendo, otros tra∫poniendo de unos lugares en otros, todo lo cual aunque ∫e puede bien porfiar, no ∫e puede negar. An∫i que pretendiendo dar la pura palabra de Dios en cuanto se puede hazer, mene∫ter fue que e∫ta no fue∫∫e nue∫tra comun regla, (aunque la con∫ultamos como à qualquiera de los otros exemplares que tuvimos) antes, que conforme al pre∫cripto de los antiguos concilios, y doctores sanctos de la igle∫ia, nos acerca∫∫emos de la fuente del texto Hebreo quanto nos fue∫se posible, (pues que ∫in controver∫ia ninguna de el es la primera autoridad) lo qual hezimos ∫iguiendo comúnmente la tran∫lacion de Santes Pagnino que al voto de todos los doctos en la lengua Hebraica es tenido por la mas pura que ha∫ta aora ay. En los lugares que tienen alguna di∫∫icultad por pequeña que sea, ni à e∫ta ni à otra ninguna hemos dado tanta autoridad, que por ∫u ∫olo afirmar la ∫iguie∫∫emos ,antes hemos tenido recur∫o al mi∫mo texto Hebraico, y conferidos entre ∫i los diver∫os pareceres ,hemos u∫ado de nue∫tra libertad de e∫coger lo que nos ha parecido lo mas conveniente , ∫in obligarnos en e∫to à una ver∫sion mas que à otra , pues que ∫iendo los pareceres di∫ferentes, de nece∫sidad aviamos de ∫eguir el uno ∫olo. Y para ∫atisfazer en e∫te ca∫o à todos gu∫tos, en los lugares de mas importancia añedimos en el margen las interpretaciones las interpretaciones diver∫as que no pudimos poner en el texto , para que el lećtor tome la que mejor le pareciere , ∫i la que nosotros ovieremos ∫eguido, no le contentare.
De la Vieja Tran∫lacion E∫pañola del Viejo Teśtamento, impresa en Ferrara, nos avemos ayudado en ∫semejantes nece∫sidades mas que de ninguna otra que ha∫ta aora ayamos vi∫to, no tanto por aver ella ∫iempre acertado mas que las otras en co∫as ∫emejantes , quanto por darnos la natural y primera ∫ignificación de los vocablos Hebreos , y las diferencias de los tiempos de los verbos , como e∫tan en el mi∫mo texto , en lo cual es obra digna de mayor e∫tima (a juyzio de todos los que la entienden) que quantas ha∫ta aora ay; y por e∫ta tan ∫ingular ayuda , de laqual las otras tran∫laciones no han gozado, e∫peramos que la nue∫tra por lo menos no serà inferior a ninguna deellas. Fuera deeśtos tiene tambien grandes yerros: algunos afectados en odio de Chri∫to: como en cap,9, de I∫yas ver, 4, donde tran∫ladò an∫i, Y llamò su nombre el Maravillo∫o, el Con∫egero: el Dio Barragán, el Padre eterno, Sar-Salom: Añidiendo de ∫uyo con malicia Rabbinica e∫te articulo (el) en todos estos nombres , y no en po∫trero Sar-Salom: ∫iendo otramente a∫∫az diligentes los autores deella en no dexar los tales articulos cuando el texto los pone, y en no poner lo que no hallan en el. Mas en e∫ste lugar e∫te sacrilegio al parecer tan pequeño no les es de poca importancia para defender∫e en ∫u pertinacia : porque ∫e vee claro, que todos aquellos nombres son titulos clari∫imos del Me∫sias, algunos de los queles te∫stifican abiertamente ∫u naturaleza divina, y poniendo el articulo (el) en cada uno de los precedentes y callandolo en el po∫trero , da à entender que los precedentes todos son nombres de Dios, y el ultimo ∫olo del Me∫sias , como ∫i dixe∫∫e, El Maravillo∫o, el Con∫egero, el Dio Barragán, el Padre eterno llamó su nombre (S. del Me∫sias) Sar-∫alom. Eśta maldita malicia no ha lugar, ∫i ∫e tra∫lada fielmente eśtà en el texto ∫in poner el articulo (el) ∫obre ningun nombre como nosotros avemos trasladado :porque entonces aunque pe∫e a quien le puede pe∫ar de la gloria del Me∫sias, el nombre Sar-Salom và con todos los precedentes deeśta manera, Y llamó ( S. Dios, ò ∫erá llamado, activa por pase, como es frecuenti∫simo en la E∫critura) ∫u nombre (S. del Me∫sias) Maravillo∫o, Con∫ejero, Dios, Fuerte (ò Valiente, ò Valeroso) Padre eterno, Principe de paz. Otros errores tiene que no pudiera evitar, parte por ∫u principal intento, que parece aver ∫ido guardar y retener en todo la propiedad de las palabras Hebraicas. (Sin admitir algunas metaphoras o tra∫lacion de infinitas palabras de una significación, no solamente à otra, mas aun à otras muchas de que ∫e ayuda la lengua Hebraica à causa de la falta de propias palabras que tiene) tomando ∫olamente la natural, y muchas veces con manifiesta violencia del ∫entido : parte tambien porque quando cayeon, ò en alguna palabra ambigua de ∫uyo (como ay muchas por razon de diver∫os origenes que pueda tener) ò en algun lugar difícil, y ∫e qui∫ieron ibertar algo de aquella ∫u ∫uperśticion dicha, ∫e a∫ieron de ∫us paraphaśtes (à quien ellos dan tanto credito como al mi∫mo texto de la E∫criptura ò à lomenos lo tienen en el primer grado de∫pues deella) con los cuales no pudieron dexar de errar las mas de las vezes. Por ambas e∫tas cau∫as (aliende de los errores dichos) no pudieron an∫i mi∫mo hazer menos que dejar muchas co∫as inintelligibles, otras ni donde aun ellos mi∫mos ∫e entendieron à ∫i, como aparece en ∫us frecuente a∫teri∫cos de que u∫an para dar à entender, que no entendieron los lugares donde los ponen, y muchas vezes , y muchas vezes los ponen aun en lugares donde ninguna dificultad hay, ∫i el Hebrai∫mo es entendido: por donde ∫e ve claro, Que la lengua Hebrea, en que la S. E∫criptura e∫tà e∫cripta, no es ni ha ∫ido mucho tiempo a menos peregrina a los mi∫mos hebreos, que à los e∫traños. Eśto nos parecio dezir de la tra∫lacion de Ferrara en ese lugar, no privandola de la alabanza que ju∫tamente merece, ni encubriendo con invidia ayuda que en la nuestra avemos tenido deella: mas avi∫ando tambien de las faltas en que con nuestra cortedad de fuerças la avemos tomado, para que los mas doctos la miren mejor à las manos, y todos los fieles ∫epan el grado en que la han de tener, y quanto credito le han de dar, ∫i ∫e qui∫ieren aprovechar deella. Re∫ta que pa∫∫emos adelante à nuestro intento.
Con toda la diligencia que nos ha ∫ido po∫ible avemos procurado atarnos al texto ∫in quitarle, ni añidirle. Quitarle, nunca ha sido menester : y an∫i creemos que en nuestra ver∫ión no falta nada de lo que en el texto eśta, ∫ino fuera por ventura alguna vez algun articulo, ò alguna repetición de verbo, que ∫in meno∫cabo de la entereza del ∫entido se podria dexar, y otramente poner∫e haria notable ab∫urdidad en la lengua E∫pañola, perè e∫to serà tan raro, que no me ocurre ejemplo. Añidir ha sido menester muchas veces : unas, por dar alguna mas claridad à la ∫entencia, que otramente quedaria ò dura, o del todo inintelligible : lo qual con todo e∫∫o pretendemos aver hecho con tanta templanza que en ninguna de las versiones que avemos vi∫to (∫acada ∫olo la E∫pañola de Ferrara) aya menos añadiduras dee∫tas, ni mas cortas las que ay, que en la nuestra, ni mas diligencia en averlas ∫eñalado todas de otra letra que la del texto comun, para que el lector las conozca todas, y tenga libertad para aprovechar∫e deellas, ∫i le parecieren ∫er al propo∫ito, o dexarlas del todo, (como a diligencia humana que puede errar o acertar) y seguir el hilo de ∫u texto, ∫ino le cuadráren, porque en ellas a ningun juyzio queremos ni debemos perjudicar. Otra suerte de addiciones se hallaràn, mayormente en Iob, en algunos Psalmos, en los libros de Salomón, y comúnmente en todos los libros de los cuales no hay texto Hebreo, y an∫i mi∫mo en el nuevo Te∫tamento, que ∫on no de una palabra ∫ola, mas de muchas y hartas vezes de ∫entencias enteras. dee∫tas será otro juizio que de las precedentes: porque son textos y las pu∫imos a cau∫a de la diver∫idad de los textos, y de otras ver∫iones, por no defraudar deellas à nadie, mas entre tales virgulas [ ] paraq se conozcan: aunque en el libro de Iob (∫i algunas ay) y en los P∫salmos, y libros de Salomón, las pu∫imos de otra letra que de la comun. En el Eccle∫iastico y Sabiduria, y en las historias de Tobias, procuramos retener lo que la Vieja tran∫lacion Latina pone demas en muchas partes, y hacer contexto deello con lo que e∫tava en las ver∫iones Griegas : en lo qual no pusimos poco trabajo y diligencia. Porque aunque hallamos que e∫to mi∫mo avian intentado otros ante de nos, no los hallamos tan diligentes que nos e∫cu∫a∫∫en todo el trabajo que eśta diligencia requeria. En el Nuevo Te∫tamento nos pareciò ∫er e∫ta dilgencia mas nece∫∫aria , por quanto en los mi∫mos textos Griegos ay tambien eśta differencia en algunas partes, y todos parecen que ∫on de igual autoridad. Algunas vezes hallamos que la Vieja ver∫ion Latina añide ∫in ninguna autoridad del texto Griego, y ni aun e∫to qui∫imos dexar, por parecernos que no es fuera del propo∫ito, y que fue po∫sible aver tenido tambien texto Griego de no menos autoridad que los que aora ∫e hallan. No nos uviera ayudado poco en lo que toca al Nuevo Te∫tamento, si uviera ∫alido antes la ver∫ion Siryaca del, que con gran bien y riqueza de la Republica Cristiana ha ∫alido á luz e∫te mi∫mo año, mas ha ∫ido a tiempo que ya la nue∫tra estava impre∫∫a, y an∫i no nos hemos podido ayudar de ella, que no ay que dubdar ∫ino que (no obśtante que no ∫ea ∫uya la ∫upprema authoridad ∫obre las ediciones Griegas) todavía daria grande luz en muchos lugares di∫fíciles, como avemos viśto que lo haze en los que la avemos consultado. Eśto quanto a la ver∫ion en general. Re∫ta que en e∫pecial demos razon de algunos vocablos antes inu∫itados que en ella avemos retenidos, y an∫i mi∫mo de nue∫tras annotaciones y argumentos de capitulos. Quanto a lo primero Avemos retenido el nombre (Iehova) no sin gravi∫simas cau∫as. Primeramente porque dondequiera que ∫e hallará en nue∫tra ver∫ion, e∫ta en el texto Hebreo, y nos parecio que no lo podiamos dexar, ni mudar en otro sin infidelidad y ∫acrilegio ∫ingular contra la ley de Dios, en la cual ∫e manda* Que no ∫e le quite ni ∫e le añida , Porque ∫i en las addiciones arriba dichas no nos movio e∫te e∫crupulo, ay razon di∫ferente: porque nue∫tras addiciones no ∫e pueden dezir addiciones al texto, ∫ino declaraciones libres, que en tanto tendran algun valor , en cuanto ∫on conforme al texto. Añidir a la ley de Dios y a ∫u palabra, ∫e entiende quando a los mandamientos, o con∫tituciones de Dios los hombres temerarios añiden ∫us tradiciones, con que o deshazen el mandamiento de Dios, o le añiden mayor dureza por ∫uperśticion. Exemplo de lo primero puede ser, lo que el Señor dize Math, 15. 4 porque (dize) Dios dixo, Honra a tu padre c. y vo∫otros dezis a vue∫tros padres, cualquier don que yo o∫freciere al Corban aprovechara a ti, c. Exemplo de lo segundo sera ∫eñalar Dios en la Ley ciertas purificaciones, y obligar los hombres de ∫u pueblo a ellas por entonces, y inventar∫e ellos con eśte color el no entrar en ca∫a, ni comer ∫in lavarse las manos c. Como S. Marcos dize. Aquí en lo que ha∫ta aora ∫e ha u∫ado acerca de∫te nombre, es expre∫∫amente quitar y añidir, ambas co∫as en el hecho de quitar el nombre (Iehova) y poner (Señor, o Dios) en su lugar, que aunque en la subŝtancia de la co∫a que ∫ignifican no ay variacion, ay las en las circun∫tancias, en la manera y razõ de ∫ignificar, q no importa poco. An∫i mi∫mo parecionos que eśta mutaciõ no se puede hazer ∫in contravenir al con∫ejo de Dios, y en cierta manera a quererlo emmendar, como ∫i el uvie∫∫e mal hecho todas las vezes que ∫u E∫piritu en la E∫criptura declarô e∫te nombre, y uviera de ser e∫∫otro. Y pues es cierto, que no ∫in particular y gravi∫simo con∫ejo Dios lo manifeśtó al mundo, y qui∫o que ∫us ∫iervos lo conocie∫∫en y invoca∫∫en por el, temeraria co∫a es dexarlo; y ∫uperśticion temeraria dexarlo con pretexto de reverencia. Y para que mejor ∫e vea ∫er e∫to an∫i, no ∫era fuera de propo∫ito mo∫trar, de donde ha venido e∫ta ∫uperśticion acerca dee∫te ∫acro nombre. Eśta contado en Levitico, Que e∫tando el pueblo de I∫rael en el de∫ierto recien ∫acado de Egypto, un meśtizo hijo de un Egypcio y de una I∫raelita riñendo con otro del pueblo, pronunció (o, declaró,como dizen otros) el ∫acro nombre: y dixo mal a Dios, quiere dezir, bla∫femó de Dios por e∫te ∫acro nombre, de la manera aora tambien los impios Chriśtianos reniegan del, y lo botan y pe∫etean en ∫us que∫tiones, por mo∫trar∫e valientes. Por ∫er eśta palabra bla∫phema en el pueblo de Dios, el bla∫phemo fue pueśto en pri∫ion, y de∫de a poco apedreado de todo el pueblo: y e∫ta ocasion fue pueśta Ley entonces por mandato de Dios. Que el que en el pueblo de I∫rael dixe∫∫e mal a Dios, fue∫∫e ca∫tigado: y el que PRONUNCIASSE (o declara∫se) el ∫acro nombre, murie∫∫e por ello. Quiere dezir bla∫phema∫∫e con el ∫acro nombre, como bla∫phemó aquel por cuya occa∫ion ∫e pu∫o la ley, Los Rabbinos modernos de la palabra pronunciar (no entendiendo el intento de la ley) ∫acaron e∫ta ∫uperśticion en el pueblo, Ser illicito pronunciar, o declarar, el ∫acro nombre, no mirando que (de mas de que el intento de la ley era claro por la occa∫ion del bla∫phemo) de∫pues de aquella ley lo pronunciaron Moy∫en, Aaron, Io∫ue, Caleb, Deborah, Gedeon, Samuel, David, y todos los prophetas, y pios Reyes, y finalmente fue dulci∫simo en la boca de todo el pueblo, que lo canto en P∫almos, y alabanċa, como parece por todo el di∫cur∫o de la Sacra hi∫toria. An∫ique de la ∫uperśticion de los modernos Rabbinos ∫alio e∫ta ley encaminada del diablo para con pretexto de reverencia ∫epultar, y poner en olvido en el pueblo de Dios ∫u ∫ancto nombre, con el qual ∫olo el quiso ∫er differenciado de todos los otros fal∫os dio∫es. Ni e∫ta es arte nueva ∫uya. Dezimos Rabbinos modernos, no porque ∫ean los de nue∫tro tiempo, ∫ino los que vinieron de∫pues de los Prophetas, ignorantes de la divina ley, y e∫tablecedores de nuevas tradiciones, por aver ignorado la virtud de las que Dios les dio, y aun no pocos ya ignorantes de la pura y antigua lengua Hebrea por el frecuente comercio de las otras naciones, aunque fueron antes del advenimiento glorioso del Señor, de los cuales parece bien aver ∫ido los Setenta interpretes, que tra∫ladaron primero en Griego la E∫scriptura al Rey Ptolomeo de Egypto los quales parecen aver dado fuerca a e∫ta ∫uper∫ticio∫a ley, con aver ellos faltado primero que nadie el ∫acro texto, tra∫ladando siempre (Señor) en lugar de (Iehova) y ∫upprimiendo del todo el ∫acro nombre con pretexto a la verdad ∫uperśticio∫o, y invidio∫o del bien de las Gentes, de que no eran dignas de que ∫e les comunica∫∫en los divinos my∫terios. Vea∫e ahora, Si es bien que eśta ∫uper∫ticion vaya adelante, o que ce∫∫e, aviendo Dios dado mejor entendimiento: y que el pueblo Chri∫tiano lo conozca y adore en Chri∫to por el mi∫mo nombre, con que el ∫e dio a conocer a los padres, y ellos le conocieron y invocaron, y por el cual el prometio por ∫us Prophetas, Que ∫e daria a conocer a las Gentes, paraq le invoca∫∫en por el. E∫te dira (dize I∫ias) Yo soy de Iehova: el otro ∫e llamara del nombre de Iacob: el otro e∫crivira con ∫u mano, A Iehova, c. Podrianos aquí alguno alegar, que ni Chri∫to ni los Apo∫toles en ∫us e∫criptos emmendaron e∫te yerro, c. A e∫to re∫pondemos, Que ellos nunca se encargaron de hazer versiones, ni de corregir las hechas: mas attentos a masy principal negocio, que era la annunciacion del advenimiento del Me∫sias, y de ∫u Reyno glorio∫o, ∫ervian∫e de la comun version que entonces e∫tava en u∫o, que parce aver ∫ido la de los Setenta, porque en ella tenia aba∫to para su principal intento. Otra obligacion tiene, quien haze profe∫sion de tra∫ladar la divina E∫criptura y darla en su enterez. Ni tampoca aca e∫tamos determinados de tomar que∫tion con nadie ∫obre e∫te negocio: ni con∫treñir a ninguno a que pronuncie e∫te nombre, ∫i la ∫uperśtion Iudaica le pareciere mejor que la pia libertad de los Prophetas y pios del viejo Teśtamento: puede pa∫∫arlo cuando leyere, o en lugar de el pronunciar Señor, como hacen los Iudios, con que nos confie∫se, Que en trasladarlo, no avemos salido de nue∫tro dever: y al fin ∫i no ∫e pecca en e∫crevir∫e y imprimir∫e en letras Hebreas, tampoco debe ser peccado e∫crevir∫e en otras lenguas ni letras. La ∫ignificacion del nombre es muy conveniente a lo que ∫ignifica: porque es tomado de la primera propiedad de Dios, que es del ∫er, lo qual es propio suyo: y todo lo demas que en el mundo es, lo tiene* mendigado deel. Por e∫ta cau∫a aunque todos los otros nombres de Dios, ∫on comunicados â algunas criaturas por alguna e∫pecial di∫pen∫aciō, e∫te ∫olo es incommunicable a otre que a el: porq ∫er faente del ∫er, y el que por ∫i es, ∫in dependencia de otre. A el ∫olo conviene: de donde ∫e ∫igue evidentemente que ∫i en la E∫criptura
· y su abreviatura Yah q significa lo mismo que Iehova
se haya communicado al Me∫sias y al E∫piritu Sancto (como ∫e halla muchas vezes) es argumento invincible de que ∫on de una misma e∫∫encia divina con el Padre, no obśtante que el Me∫sias tenga la mi∫ma naturaleza humana que no∫otros. Y puesque el mi∫mo Dios declaro a Moy∫en e∫te su nombre de la manera dicha, no hay para que nadie comente mas ∫obre ella.